martes, 22 de diciembre de 2009

Crítica "tomacine.com"


Toda la culpa es de mi madre, ése es el título de la película que nos acompaña en la sección Golem Recomienda de esta semana. Cine francés en estado puro que se basa en las conexiones de sus personajes para cerrar un círculo iniciado en el pasado, descubierto en el presente, y conjuntadas todas las piezas, fusionadas en el futuro.
Cécile Telerman es la autora de la cinta, culpable de la desorientación del espectador, pues no sabe si esta ante un drama, una comedia o un thriller suspicaz. La mezcla de géneros (buscados con una sutileza encomiable) es precisamente lo que provoca la atención de quienes se acerquen al cine a ver lo que significa ser una familia.

6 son los componentes: el padre, la madre, sus tres hijos y la mujer de uno de ellos. Misma vida, mismas miserias. Ningún proyecto o deseo en el horizonte que haga cambiar su planteamiento de vida. Abocados a dejarse llevar por la corriente sin pararse a pensar si es lo que verdaderamente quieren hacer. Apenas se soportan, rehuyen de las comidas familiares y sin embargo...se quieren.

La irrupción de un extraño, un policía llamado Jacques (interpretado por el fantástico Olivier Marchal) se convertirá en el seísmo que hará remover sus anhelos, agitando así sus intereses por quiénes les rodean. Personas con las que conviven pero apenas conocen más allá del día a día, sin preocuparse por el camino que les ha llevado a ser quienes son ni preguntarse cuál es el futuro que quieren.

En la construcción del guión, Cécile Telerman vuelve a formar equipo con Jérôme Soubeyrand (con quien ya trabajó en su anterior film ¿Por qué las mujeres siempre queremos más?). Segrún palabras de la propia directora, "había buscado un colaborador que aceptase entrar en mi mundo y no tocar lo que yo consideraba importante. Jérôme Soubeyrand aceptó esa posición aunque no fuera fácil. Trabajamos muy bien juntos. Era natural volver a colaborar." Esta claro que en el ámbito laboral es imprescindible la confianza y esta película no iba a ser una excepción.

Si de por sí la historia es interesante, la mera presencia de Charlotte Rampling en el reparto es una garantía. Rebasados los 60 años, esta actriz británica envejece como nadie, guardando su belleza intacta y ofreciendo interpretaciones llenas de realismo. La hemos podido ver en trabajos como Swimming pool, película por la que consiguió el galardón como mejor actriz europea.
En el título de la película que recomendamos se le echa toda la culpa a la madre (a Mady Celliers, interpretado por Charlotte Rampling). ¿Realmente tienen la certeza de que toda la culpa es suya?

Tendemos a defendernos echando en cara cosa a los demás para no darnos cuenta de nuestros errores. ¿Es esta una excepción?

Hay una frase de un personaje (que no desvelaremos) durante la película que hará reflexionar y que merece ser estudiada por cada uno de nosotros. Es algo que se da por hecho pero que pocas veces llevamos a cabo.

"Hay que querer a la gente mientras viven, si no, ya da igual".
Xavier Villanueva "tomacine.com"